La interpretación que Sergio Martín, Danti Nagore y Gekah hacen de dicha expresión es casi literal, aunque en la historia no se recogen datos fehacientes de las razones por las que se esgrimió dicha expresión, y viene a significar que no puedes fiarte de alguien que traiciona a los suyos, ni siquiera cuando esto obra en tu favor. Nadie te asegura que mañana no te traicionen a ti en favor de otros.